El fútbol en Puerto Rico se reorganiza ante los estragos del coronavirus

Cuando Iván Rivera tomó las riendas de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF) en marzo de 2019, se encontró con un organismo que batallaba por ganarse la confianza de toda la comunidad del balompié en la isla.

Tras más de un año de su gestión, el corozaleño de 30 años aseguró a El Nuevo Día que la casa está en orden para, finalmente, comenzar a dedicarle de lleno a los proyectos fuera de la oficina.

“Tuvimos hasta una posible sanción por temas de dinero que se estaban utilizando de manera incorrecta. Debimos tener unos informes de transparencia con la propia FIFA. Tuvimos que enderezar la casa. Fue un poco cuesta arriba poder limpiarla”, dijo Rivera.

Rivera sustituyó en la presidencia de la FPF a Eric Labrador, a quien derrotó en las elecciones de marzo 2019.

Sin embargo, todos los planes de Rivera con la FPF recibieron un golpe. La emergencia del coronavirus borró lo que pudo ser un calendario atractivo para el fútbol puertorriqueño en el 2020. Este año, estaba en agenda el regreso del Equipo Nacional masculino a la Liga de Naciones de la Concacaf y la creación del Clásico del Caribe, una alianza con la Federación Dominicana de Fútbol para una serie de amistosos, en ambas ramas.

También, el COVID-19 detuvo las conversaciones con WAPA Deportes y Mega TV para transmitir en abril y mayo la postemporada de la Liga Puerto Rico de Fútbol, el torneo federativo.

“El coronavirus nos afectó bastante. Cerca de la fecha de Semana Santa (abril), íbamos a tener a cuatro selecciones juveniles jugando a la vez, fuera del país. Todo eso se canceló, tanto masculino y femenino”, declaró Rivera.

“Y es un atraso para todos los temas, no solo el fútbol. Todo el mundo planificó para un mundo que ya no existe. Aprobamos un presupuesto para todo lo que iba a hacer la Federación este año y lógicamente no tuvimos un panorama para esto”, añadió.

Pero, dentro de lo negativo, Rivera prefiere pensar en lo positivo en medio de la emergencia salubrista, que ha permitido a fortalecer la reorganización en la FPF.

“La administración necesitaba un tiempo para organizar un montón de reglamentos y cosas que no existían y, si existían, había que amplificarlos. Este espacio nos dio la oportunidad para eso; de trabajar directamente con la gente y tener ese tiempo que quizás antes no le podíamos dedicar”, señaló.

En medio del parón, Rivera destinó $241,500 del presupuesto para un programa de ayuda a diversos componentes del fútbol. Con este programa, la FPF asumió el costo de diversos cursos ofrecidos a entrenadores, le brindó una ayuda de un máximo de $400 a 40 árbitros afiliados y condonó el pago de afiliación de los clubes aficionados, entre otras medidas.

 

Golpe al fútbol infantil y juvenil

Rivera dijo que antes de la pandemia había logrado ganarse la confianza de los cerca de 100 clubes afiliados a la FPF con la presentación de un reglamento uniforme.

No obstante, la detención de las ligas infantiles y juveniles debido al COVID-19 amenaza con la salida de miles de niños y niñas del deporte debido a los problemas económicos que sus padres puedan enfrentar.

Con el desempleo en alza, Rivera teme que los padres opten por sacar a sus niños de sus respectivos clubes de fútbol, que usualmente cobran matrículas.

“Los padres están sin trabajo. Es una de las conversaciones que hemos tenido con algunos de los líderes porque estamos ansiosos por comenzar, pero hay que ver si esos padres vuelven a ser parte de nuestro entorno. Todavía hay expectativas muy altas de que todo mejore para ver en qué tanto nos ha afectado”, indicó.

El gobierno de Puerto Rico, que se encuentra en una tercera fase de apertura, aún no ha autorizado la celebración de deportes en conjunto.

 

Proyecto estrella de las selecciones

Fuera del impacto del COVID-19 en el deporte en la isla, el mandato de Rivera también tiene en agenda recuperar la credibilidad de la selecciones nacionales adultas.

La masculina, por ejemplo, ganó en el pasado mes de noviembre sus primeros partidos oficiales desde el 2016 durante la Liga de las Naciones, con dos triunfos contra Anguila. Puerto Rico se encuentra 178 en el escalafón mundial de la FIFA. El conjunto femenino, por su parte, está 108 en el mundo y bajo la incumbencia de Labrador realizó protestas públicas al alegar la falta de inyecciones económicas y recursos.

Para apostar a una mejoría, Rivera enfatizó en que los programas deben tener las herramientas necesarias para crecer. Por tal razón, su mayor proyecto es crear la Casa de la Selección, un complejo que incluya canchas y hospedajes para los integrantes. De hecho, Rivera adelantó que hay conversaciones adelantadas con el director del Albergue Olímpico de Salinas, Ramón Álvarez, para que allí se construya la sede.

La Casa de la Selección se nutrirá de los $500,000 de los$1.5 millones que recibe la FPF de la FIFA anualmente. Es decir, que en cuatro años la ambiciosa propuesta tendría $2 millones para invertir en su creación.

“El proyecto está vigente. Ramón Álvarez, director del Albergue Olímpico que entró al puesto al mismo tiempo que yo, está abierto para hacerlo allí y a una buena actitud. Es un tema más legal. Está bastante adelantado, los diseños están hechos, y hay conversaciones con FIFA para ya implementarlo. Eso es uno de los proyectos estrella, para dejar un legado. Creo que nadie en Puerto Rico tiene su propio centro de entrenamiento, un edificio como tal. Creo que todas las Federaciones utilizan instalaciones de la municipalidad. Que las selecciones tengan su propia cancha y su propio hotel sería a grande escala. Todo apunta a que será en Salinas”, concluyó.

Además, la creación de la Liga de la Naciones de la Concacaf hace dos años también ayudó al combinado masculino a tener más taller internacional.

“A veces estábamos tres años sin jugar. Ahora, la Concacaf tiene un torneo que todas las fechas FIFA estás jugando y que les da buena participación a las federaciones de este lado. Nosotros antes nos eliminábamos y estábamos años sin ver la luz del día. Nos da la oportunidad de generar números y cambiar un poco el ranking. Otro dato, el ranking es por los partidos que haces en la Liga Naciones. Es un turno vital para el crecimiento”, señaló.

“Igual, para seguir creciendo, tenemos que atacar las bases. Antes, íbamos directamente a un torneo con un equipo que no había jugado ni fogueado. Queremos darle las herramientas a nuestros entrenadores, fortalecer nuestras ligas profesionales, para que cuando seleccionemos los jugadores estén bien desarrollados. Estamos todavía honestamente en las bases antes de pensar en los rankings. El fútbol es el deporte más jugado del mundo y hay países que se está preparando muy bien y tienen las herramientas que no tenemos. En eso estamos, en dar las herramientas y los ajustes. Creo que podemos hacer un papel importante y poder darnos a respetar en el Caribe que es a lo que nos dirigimos”, recalcó.

Apoyo a nivel femenino

A nivel femenino, Rivera sostiene que tiene una buena relación con las jugadoras del programa, que el año pasado estuvo a una victoria de avanzar al Torneo Preolímpico de la Concacaf tras caer contra Haití 2-1 en el estadio Juan Ramón Loubriel de Bayamón.

Este año, solo tenía en agenda participar en el Clásico del Caribe que no se pudo formalizar, al momento, por el COVID-19

“Siempre nos han dado éxitos y yo tengo buena relación con ellas. Tienen mi celular. Soy muy contemporáneo con ellas. Cuando tienen duda, me escriben y saben que soy muy frontal. Siempre les pido la oportunidad de sentarnos a hablar. En cuestión de eso, tenemos una relación súper buena. Las necesitamos que se involucren en nuestro proyecto porque puede impactar mucho en desarrollo infantil y juvenil. Son clave y siempre deben estar sumadas”, dijo.

 

Dejar un legado

Satisfecho con estabilizar la parte administrativa, Rivera admite que su gestión no es enamorarse de su silla. Su meta, recalca, es dejar la casa ordenada y con proyectos estables para aumentar el nivel del fútbol puertorriqueño.

“El fútbol no tiene nada que envidiarle a ninguna de las federaciones en Puerto Rico. Y más con la aportación de FIFA que tenemos. Estoy aquí para dejar un legado. Yo no me enamoro del puesto. Tendría la opción de estar tres términos, por ejemplo, y no me veo más de ocho años. Puedo estar un término más para terminar los proyectos que acabo de comenzar y dejarlo lo más estable posible. Es la base para hacer el cambio que estamos hablando. Vienen proyectos futuros que no solo van a impactar el fútbol, sino más allá, el deporte en general”

 

Vía Jorge Figueroa Loza/jorge.figueroa@gfrmedia.com

El Nuevo Día